Hoy me he parado a pensar en esta sociedad creada y orientada al consumismo que para mí es una de las causas mayores de la actual crisis. Esta sociedad que nos encierra en sus jaulas de cemento y que nos obliga a aprender del león, sin contemplaciones.
El problema es que está formada por unos valores que parecen imprescindibles, y no lo son, aunque para la gran masa sí. Valores tan dañinos como el poder, la envidia, la corrupción y, por supuesto, el dinero, que además de ser el que en muchas ocasiones nos salva, es el mismo que en otras muchas asesina.
Muchas veces me he parado a pensar por qué nos imponemos tantas exigencias materialistas y económicas para poder ser felices ¿Por qué nuestra felicidad siempre depende de tener el mejor coche, la mejor casa o el mejor trabajo?.
Hay un programa de televisión que se llama "La Tribu" en el cual queda reflejada la forma de vida de los indígenas. Esta gente es el vivo ejemplo que no hacen falta dinero ni bienes materiales para ser felices. Esta gente tiene casa (aunque no está hipotecada hasta las cejas), tiene comida (Mucho más natural y sana que la nuestra), tiene familia (De la que pueden disfrutar sin horarios) y también tienen libertad... La libertad tan preciada que muy pocos de nosotros podemos tener.
Y finalmente, llego a la misma conclusión de siempre. Una conclusión en forma de interrogación: ¿Qué importa si no me gusta la sociedad en la que vivo si mañana tengo que levantarme igual de pronto que siempre y tengo que volver a salir a esa jaula de cemento (de la cual nunca podremos escapar) a enfrentarme a todo tipo de animales sin escrúpulos, para ganarme la vida y así poder sobrevivir?